lunes, noviembre 27, 2006

Se levanta esta ciudad con aspecto de arrogancia
las calles llenas de gente que respiran la fragancia
de los humos de los coches, de los cafés de los bares,
del final de aquella noche, del abrir de los portales.



Se cae de la cama,
ya tiene visita,
ha llegado la resaca,
qué putada,
no se acuerda de esta cita.
Sale a la calle,
respira profundo
y le invade la nostalgia
que proviene de vivir en este mundo.
Camina ligero con sus pies de plomo
y le llega un pensamiento que le dice:
"último whisky que tomo".
Buscando una historia,
algo que contar,
en rincones, callejones o mercados
de esta grandiosa ciudad.




Tomo prestadas estas palabras de Quique Palacios y las comparto especialmente con Marduk, ya que no hemos conseguido encontrar más de un ejemplar de su libro Historias de un poeta urbano.



Y porque mola pasear por la ciudad cuando hace frío, y es de noche, y la compañía es agradable, y la conversación interesante. =)

miércoles, noviembre 22, 2006

Cuanto más quisiera acercarme,
más me mantengo alejada...



Oculta por muros de inseguridad,
como una niña asustada...

domingo, noviembre 19, 2006

De repente se encontró a sí misma en la puerta de salida de sus propios pensamientos. Había estado tanto tiempo aletargada dentro de ellos que sintió que la vida se le había escapado casi sin darse cuenta…
Paseó sus ojos por la habitación y se sorprendió al ver aquella desconocida que la observaba desde el fondo del espejo, tan sorprendida como ella.
Miradas gemelas…


Alfredo se mecía ensimismado cerca de la ventana. A través del cristal se asomó al recuerdo de una vida tranquila, tan desprovista de excesos como de defectos. Por primera vez sintió que se encontraba en el ocaso de su vida, y, lejos de toda angustia, aunque teñido de cierta nostalgia, descubrió que era feliz. Siempre había sido feliz, porque tenía todo lo que necesitaba: todas y cada una de sus mañanas se había despertado pintando los colores de una nueva aurora. No se imaginaba qué más podía pedirle a quien fuera que hubiese escrito su destino.


Por primera vez, Aurora sintió miedo. Miedo a una vida insignificante. Miedo a un final inminente. A que, al igual que ella, los demás tampoco la reconocieran dentro de aquel cuerpo ni en aquel rostro anciano. Observó sus gastadas manos y sintió que su vitalidad se quedaba atrapada en cada pliegue de su piel.
Aturdida, insegura, se levantó y se dirigió sin saber porqué hacia la puerta. Cruzó la cocina, pasó por la habitación, y al llegar a la altura del salón se sintió obligada a mirar hacia dentro. Inmóvil, conteniendo la respiración para poder abrazar en silencio aquel momento, Aurora observó a su marido meciéndose ausente junto a la ventana. Con tristeza, recordó la juventud que los dos habían compartido. Se preguntó si él podría reconocer a aquella chica escondida dentro de la imagen que pocos minutos antes ella había descubierto con horror. Si él aún la querría.


Guiado por un impulso, se giró y la entrevió por la rendija de la puerta.

- Deja que te vea.

Y Aurora entró en la habitación, se acercó y se sentó a su lado. Con ternura, Alfredo cogió su mano y le dedicó una mirada con aquellos ojos azules, tan azules como el primer día, tan llenos de sentimiento como cada primera vez de cada nuevo día en que se despertaba a su lado.



Y entonces ella comprendió…

viernes, noviembre 17, 2006

Rejoins-moi, revive ma flamme...


Sans mentir, car mon coeur rèsiste encore




Suis ton coeur. Suis ton étoile.
La route es longue mais plein d'espoir...



Kate Ryan? sí, diome por ahí...

jueves, noviembre 16, 2006

Un día más en su vida. Rutinario, tranquilo, aburrido. Con los ojos tan despiertos como dormido el corazón, decidió poner el contestador a la realidad y dar una oportunidad a sus ansias de vivir algo diferente. Decidió soñar.

Viajó hacia su mundo interior: un mundo en el que se permitía a sí misma vivir alejada de la hipocresía, luchar por aquello en lo que creía, por aquello que quería conseguir. Sin miedos, sin tabúes, sin concesiones al ridículo ni al qué dirán.

Soñó que volaba libre sobre la tierra y sobre el mar, sintiendo la brisa acariciando su rostro. Soñó que se convertía en sirena, que su belleza interior se exteriorizaba en el espejo de cristal. Soñó que no estaba sola, que todos sus seres queridos compartían con ella un resquicio de felicidad, protegiéndola, comprendiéndola, empujándola suavemente hacia adelante. Y entonces soñó que volvía a ser ella, la misma persona pequeña y frágil que siempre había sido, pero revestida de una enorme fuerza.

Porque había conseguido entenderse a sí misma un poco más.

Porque gracias a aquella parada en el camino, se sentía capaz de caminar un poquito más deprisa.



Y aquel día decidió volver a empezar, recogiendo el pedacito de alma que había puesto en cada uno de sus sueños para vivir con ellos dentro de su realidad...

viernes, septiembre 08, 2006

¿A dónde irán las palabras perdidas?


Quizás al mismo lugar donde habitan los deseos incumplidos y
los sueños que nunca se hacen realidad...

Y yo decido no perder la esperanza, mientras sueño que mis deseos se convierten en hechos... y también en dulces palabras...


jueves, septiembre 07, 2006



Otra vez en época de exámenes... Qué pereza. Qué rápido se acaba lo bueno... ¡¡Y qué clima más agobiante hay en esta puta ciudad, coño!!

Quiero irme a casa...

¡¡ Buena suerte a todos !!

viernes, agosto 25, 2006



A veces me siento perdida.

Otras veces me gusta perderme...

A veces parece que no hay salida.

Pero al final, siempre me encuentro.

Siempre...




Y hoy voy a pedir un deseo...

jueves, agosto 24, 2006


"No sé amar. Por ello perdí a una persona única y especial; todo por los miedos y los malditos bloqueos emocionales. Qué cobarde soy... "

Alguien me mostró ayer esa frase. Es tan explícita que puede llegar a sorprender que sea tan fácilmente aplicable...

A veces una persona ama tanto a otra que llega a convertirse en alguien único y especial: no existe nadie más, nadie que pueda amar a esa otra persona de esa misma forma, esa forma que la hace tan especial.

¿A dónde irá el amor que se pierde en la ignorancia de aquél que no sabe aprovecharlo?

Se puede dar muchas vueltas, y también se puede ver la realidad desde lo simple, en tanto que cruel, que suele ser...

Y la realidad es que el amor implica vulnerabilidad: los seres humanos nos hacemos daño unos a otros. Constantemente. Unas veces somos conscientes de ello, otras no. Unas veces nos recuperamos pronto, otras no nos recuperamos nunca. Unas veces tratamos de superar el fracaso y deseamos tener más suerte la próxima vez. Y otras, guardamos en nuestro interior el resentimiento, el dolor y la inseguridad para sacarlos a la luz en la próxima ocasión.

De ahí suelen surgir todos aquellos por cuyas mentes pasea la susodicha frase. Otros no; otros nunca han sabido amar a nadie más que a sí mismos. Ni siquiera eso: si no deseas valorar algún día el amor de otro y corresponderlo, es que no te amas a ti mismo.

Al fin y al cabo... ¿Qué es una vida sin amor?

Felicito a aquellos que lo tienen.

Animo a aquellos que lo buscan.

PD: Y un abrazo muy fuerte para el dueño de la frase; el dueño de esa gran verdad...

domingo, agosto 20, 2006




Simples sueños que mueren al alba
soñaba sobre un lecho de arena.
Suave oleaje mecía mi cuerpo,
tenue la luz de mi única estrella.


Maldito sol, que ataca por sorpresa...
No, no busco amor. No me interesa.
Yo sólo quería soñar...
Y en medio del sueño, subió la marea.

No me lleves hacia el mar,
el mar traiciona a quien menos lo espera.
No quería despertar...
Un nuevo día bosteza.


Marea, bonito nombre;
tienes nombre de poeta.

Traes contigo la verdad:
traes contigo la tristeza.

Quiéreme bien o quiéreme mal.
Soy un ser de extraña naturaleza.
Puedes llamarme contradicción...
O me tomas... O me dejas...



Divina inspiración de una mente retorcida...


viernes, agosto 04, 2006

Tras mas de un mes sin un ordenata decente, retomo el blog. Ya echaba de menos un sitio donde escribir mis paranoias nocturnas...

Veranito navegando ente la pobreza... Sin presupuesto y con mucho que estudiar. Pero cunde igualmente. El verano y yo hacemos demasiado buena pareja...

Y van pasando los días, con sus noches, una a una, sin respiro. Julio se escapó sin decir adiós, y ni siquiera sé si lo echaré de menos. Puede que sí; agosto está demasiado unido a septiembre. Pero habrá que conformarse...

Es curiosa la falta de inspiración que me acecha en esta estación. Será que tengo la cabeza demasiado llena de pájaros. O de otro tipo de animales, quién sabe. Cría cuervos y te sacarán los ojos...

En cualquier caso, estoy en una de esas épocas en que hay muchas cosas que pensar y muy pocas que decir. No puedo quejarme de no encontrar si no sé qué estoy buscando...


martes, junio 27, 2006


Seguimos aprendiendo de la sabiduría de Jorge Bucay...

En una de sus cartas para Claudia, Bucay reflexiona acerca de las diferencias entre lo que decimos y lo que queremos decir en realidad.




A veces, yo soy yo y mi lenguaje es mi
disfraz...





Suele suceder. Unas veces por cobardía, otras por confusión, la mayor parte de ellas por comodidad, callamos, hacemos preguntas en vez de afirmaciones o incluso transformamos nuestros pensamientos en expresiones que casi nunca se corresponden con ellos.



La sinceridad siempre es complicada. Pero... ¿de qué sirve una vida simple en la que pasar desapercibidos, sin que nadie nos conozca realmente tal y como somos: la parte buena de nuestra personalidad y la parte que pueda resultar molesta; nuestro yin y nuestro yang...? Aquellos, y sólo aquellos que conozcan ambas, y que aún así nos acepten, serán quienes puedan llegar a querernos de verdad. Y pasarán a formar parte de nosotros. De nuestra parte positiva. Y será para siempre...



Ahora sí.
Ahora soy yo.
Ven conmigo.
Mírame.
Tócame.
Escúchame...
Soy yo.
Es cierto. Ahora muchas más personas me rechazan.
Es cierto que muchas menos personas me quieren.
Pero, y aquí sí sirve el pero
cuando te encuentro a ti,
a ti
que me aceptas tal como soy...
¡Qué placer!
¿Te imaginas?
¡Qué placer!
¡No te disfraces para mí!
¡Lo que yo verdaderamente deseo es estar contigo!




martes, junio 20, 2006




Quiero que me oigas sin juzgarme.
Quiero que opines sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí sin exigirme.
Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí.
Quiero que me cuides sin anularme.
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí.
Quiero que me abraces sin asfixiarme.
Quiero que me animes sin empujarme.
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.
Quiero que me protejas sin mentiras.
Quiero que te acerques sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten.
Quiero que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas que hoy cuentas conmigo... sin condiciones.

JORGE BUCAY

Bonita manera de expresar el hecho de que toda relación sea un cúmulo de contradicciones...





¿Por qué nos empeñamos en vincular el amor con la exigencia?

Casi todo aquel que decide dar un paso hacia una relación de pareja, enfoca la situación desde el egoísmo, desde la mentira. ¿Para qué? ¿Para convencer a la otra persona de que eres lo que está buscando? Caer en ese error solo implica impedir que conozcan verdaderamente quién eres. Y a nadie le gusta descubrir que ha compartido su vida con alguien que no conoce. Que no le conoce...

Un pulso interminable entre lo que dice y lo que estará pensando, entre lo que muestra y lo que estará escondiendo... ¿Por qué será tan difícil decir lo que de verdad deseas, sin llegar el extremo de la intolerancia? ¿Es imposible el amor sin encarcelamiento? No alcanzo a comprender la razón de que las parejas basen su relación en la renuncia a una mínima libertad personal. ¿No sería más lógico basarla en compartirla?

Tal vez la culpa la tenga el miedo a perder. Sí, puede que el miedo a perder sea el culpable de que perdamos precisamente aquello que más queremos mantener cerca. Y así, movidos por lo irracional, caemos en la trampa de ahuyentarlo tratando de retenerlo, pagando el precio impuesto por nuestro egoísmo...

Y entonces conocemos a alguien del sexo opuesto con el que nos sentimos a gusto, alguien que nos comprende, con quien nos mostramos tal y como somos. Pero sólo es nuestro amigo. ¿Por qué? Está claro: porque no nos sentimos atraídos por esa persona. Y así, felices o infelices dentro de la estupidez que nos caracteriza, continuamos viviendo historias de trágico final con gente que no nos llena más allá de lo supérfluo.Ya tenemos a nuestros amigos para lo demás...



Y como dice la canción...
"para hacerme feliz hay que estar muy loco... por mí..."

lunes, junio 12, 2006

Mal mes para ponerse poética... No es fácil encontrar inspiración, especialmente si tu reserva de neuronas está ocupada en los exámenes finales...
Pero bueno, ni tanto ni tan calvo... (homenaje a cierto profesor de economía)

Y mi amigo Bob, dando ánimos desde su trocito de cielo, reggae con flores de colores...

Don't worry about a thing... cause every little thing is gonna be allright...

Poco a poco va pasando junio... Y también se va agotando la paciencia... ¿Será cierto que por soñar no cobran? Esperemos que no pase factura, después de un mes entero soñando con un verano que se resiste a llegar... Ya casi ni siento ni padezco, simplemente hiberno, demasiado lejos del invierno...
Sólo quiero huir del sol...

Aprovecho el momento para dar publicidad al blog de cierto personaje (desde el cariño, siempre) llamado
nowitzki... Así, por la face... Más vale tarde que nunca, ¿o qué?

Pues con esto y un bizcocho, me voy a la playa un ratin. Buenas noches...

martes, mayo 30, 2006


Esta noche no es bueno pensar. He decidido escribir sin premeditación sobre cualquier nimiedad...

En la parrilla televisiva no hay gran cosa. Vamos a ver... Un concurso de baile, un reportaje sobre Rocío Jurado, Juana la Loca en la dos...

Loca debo de estar volviéndome yo, intentando ocultar mis pensamientos con raciones de telebasura...

Y todo es inútil: vuelvo a cruzarme con ellos, con esos ojos que me persiguen en mi delirio de huir, de escapar, de alejarme de ti... Y me prohíben hablar, me prohíben sentir... Sólo puedo rendirme.

Eva Hache se despide desde la cuatro. Creo que esto no funciona, mejor será despedirme yo también. Bajo el telón desde la ciento cuatro...

Curioso efecto de una simple mirada... Quizá algún día consiga descifrarla...

lunes, mayo 29, 2006

¿En qué estrella estará?

Escuchando el disco de Nena Daconte, me sorprendí a mí misma preguntándome ¿En qué estrella estará? Y no he podido evitarlo... La nostalgia me ha invadido sin remedio, y, dos años después de que te fueras sin despedirte, descubrí que una voz en mi interior aún se pregunta la razón de que el destino decidiera alejarte de mí sin previo aviso.

Mirando atrás, intentando encontrar la manera de decirte las palabras que siempre sentí, pero nunca pronuncié... Y es que las personas tendemos a pensar que aquellos que siempre han estado a nuestro lado, lo van a estar toda la vida. No vemos, o no queremos ver, que la vida es un frágil don que puede desaparecer repentinamente... Así, como te fuiste tú...

Sólo me queda la esperanza de que mis palabras, aquellas que olvidé decir cuando aún pensaba que la muerte nos daba tregua indefinida, volarán en esta noche de luna clara hasta la estrella desde donde vigilas mis pasos con todo tu amor. ¿En qué estrella estarás? Sí, tu estrella, aquella que cada noche me alumbra el camino hacia ninguna parte... Nuestra estrella...

Punto de partida

No sé si esto acabará siendo leído por alguien; no sé si tengo aptitudes para ser buena escritora; no sé si alguna vez los sueños se cumplen, los deseos se hacen realidades y las palabras se convierten en una buena historia... Pero hoy estoy decidida a hacer tangible aquello que tanto tiempo lleva dando vueltas en mi cabeza, y sin más equipaje que una promesa realizada a mí misma, inicio un viaje sin destino por mi interior. Cada día un nuevo recorrido, cada noche una parada en el camino. Y tú serás mi acompañante.