martes, mayo 29, 2007

Un adiós es siempre triste


Ya no me despertarán sus ladridos a primera hora de la mañana.
Ya no me hará reir con sus ocurrencias perrunas ni con sus emboscadas al pobrecillo Enol.
Ya no podré cebarla con galletas a escondidas.
Ni tranquilizar su pánico a las tormentas, ni tranquilizar mis terrores nocturnos acariciando su pelo suave.
Ya no está, pero siempre estará. Siempre.




Por todo lo que le debo, por lo mucho que la quiero.

Un millón de minutos de silencio...

miércoles, mayo 23, 2007

La angustia habita en la boca de mi estómago. No me deja pensar, no me deja ser. Ni siquiera soy digna de saber el porqué...

Porque no sé lo que merezco,
no sé mantener lo que tengo,
no sé a veces quien soy
ni entiendo cómo me siento.

Querer casi nunca es poder,
y por más que a veces lo intento,
no se puede pretender
que los demás entiendan lo que yo no veo.

Y no hay más que decir,
tan sólo hacer un nuevo intento
por entenderme a mí misma un poco mejor,
por arreglar lo que yo misma estropeo...


Cállate. Deja de quejarte de una vez. Y deja de esconder tus lágrimas bajo el humo de tabaco. Si no aprendes a dejarlas nacer en libertad, sólo conseguiras que te opriman el corazón hasta inundarlo de soledad.

No, no te lo mereces. No se lo merecen...

jueves, mayo 17, 2007

Porque cuando me siento feliz pierdo la inspiración.


Porque hace tiempo que no siento necesidad de vaciar mi cabecita loca de paranoias incomprensibles.


Y por muchas otras cosas más.








Gracias...