miércoles, enero 31, 2007

Cordura

Vale, es cierto.
Mi mente va por libre cuando representa teatralmente todo lo que me estén contando en cualquier tipo de conversación.
A veces muevo la cabeza al ritmo de la música cuando espero en un semáforo.
Mi vida es un tanto peculiar...



Y ahí es cuando aparece la pregunta: ¿Locura o extravagancia? Extra-vaga sí, lo sé. Extravagante puede que también.


Y digo yo... ¿Qué hay de malo en ello? Me gusta ser así. No hay nada más cuerdo que tratar de tomarse con azúcar los platos de mal gusto que este mundo nos obliga a tragar una y otra vez.


Así que ahí queda. Y ahora me voy a escuchar a Barry White, aunque tenga que ser sin Bizcochito. Habrá que conformarse...