las calles llenas de gente que respiran la fragancia
de los humos de los coches, de los cafés de los bares,

Un mundo aparte...

do. Con ternura, Alfredo cogió su mano y le dedicó una mirada con aquellos ojos azules, tan azules como el primer día, tan llenos de sentimiento como cada primera vez de cada nuevo día en que se despertaba a su lado.
Soñó que volaba libre sobre la tierra y sobre el mar, sintiendo la brisa acariciando su rostro. Soñó que se convertía en sirena, que su belleza interior se exteriorizaba en el espejo de cristal. Soñó que no estaba sola, que todos sus seres queridos compartían con ella un resquicio de felicidad, protegiéndola, comprendiéndola, empujándola suavemente hacia adelante. Y entonces soñó que volvía a ser ella, la misma persona pequeña y frágil que siempre había sido, pero revestida de una enorme fuerza. 
"No sé amar. Por ello perdí a una persona única y especial; todo por los miedos y los malditos bloqueos emocionales. Qué cobarde soy... "
Alguien me mostró ayer esa frase. Es tan explícita que puede llegar a sorprender que sea tan fácilmente aplicable...
A veces una persona ama tanto a otra que llega a convertirse en alguien único y especial: no existe nadie más, nadie que pueda amar a esa otra persona de esa misma forma, esa forma que la hace tan especial.
¿A dónde irá el amor que se pierde en la ignorancia de aquél que no sabe aprovecharlo?
Se puede dar muchas vueltas, y también se puede ver la realidad desde lo simple, en tanto que cruel, que suele ser...
Y la realidad es que el amor implica vulnerabilidad: los seres humanos nos hacemos daño unos a otros. Constantemente. Unas veces somos conscientes de ello, otras no. Unas veces nos recuperamos pronto, otras no nos recuperamos nunca. Unas veces tratamos de superar el fracaso y deseamos tener
más suerte la próxima vez. Y otras, guardamos en nuestro interior el resentimiento, el dolor y la inseguridad para sacarlos a la luz en la próxima ocasión.
De ahí suelen surgir todos aquellos por cuyas mentes pasea la susodicha frase. Otros no; otros nunca han sabido amar a nadie más que a sí mismos. Ni siquiera eso: si no deseas valorar algún día el amor de otro y corresponderlo, es que no te amas a ti mismo.
Al fin y al cabo... ¿Qué es una vida sin amor?
Felicito a aquellos que lo tienen.
Animo a aquellos que lo buscan.
PD: Y un abrazo muy fuerte para el dueño de la frase; el dueño de esa gran verdad...


A veces, yo soy yo y mi lenguaje es mi
disfraz...

Ahora sí.




Y mi amigo Bob, dando ánimos desde su trocito de cielo, reggae con flores de colores...

Escuchando el disco de Nena Daconte, me sorprendí a mí misma preguntándome ¿En qué estrella estará? Y no he podido evitarlo... La nostalgia me ha invadido sin remedio, y, dos años después de que te fueras sin despedirte, descubrí que una voz en mi interior aún se pregunta la razón de que el destino decidiera alejarte de mí sin previo aviso.