
Mirando atrás, intentando encontrar la manera de decirte las palabras que siempre sentí, pero nunca pronuncié... Y es que las personas tendemos a pensar que aquellos que siempre han estado a nuestro lado, lo van a estar toda la vida. No vemos, o no queremos ver, que la vida es un frágil don que puede desaparecer repentinamente... Así, como te fuiste tú...
Sólo me queda la esperanza de que mis palabras, aquellas que olvidé decir cuando aún pensaba que la muerte nos daba tregua indefinida, volarán en esta noche de luna clara hasta la estrella desde donde vigilas mis pasos con todo tu amor. ¿En qué estrella estarás? Sí, tu estrella, aquella que cada noche me alumbra el camino hacia ninguna parte... Nuestra estrella...
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